Debido al uso medicinal de los derivados del cannabis es imposible no mencionar que cada individuo responde de manera diferente a la administración de sus derivados, la efectividad de la dosis es amplia y dicha dosis dependerá del paciente, de la variedad y de la composición del cannabis; obteniendo como resultado una respuesta distinta en cada persona con una misma patología. Por ende, la efectividad de la dosis además de su composición depende también de la fisiología y del estado de salud del usuario, lo que significa que una persona más saludable puede ameritar una dosis menor para un buen balance mientras que una persona con un estado de salud comprometido puede ameritar una dosis mayor.
Se ha afirmado que cualquier sustancia puede ser tóxica en una dosis lo suficientemente alta.
Los usuarios de derivados del cannabis como el THC tienen que comenzar su administración lentamente, hasta llegar a la dosis ideal. Por su parte, muchos pacientes pueden alcanzar dosis altas de CBD sin presentar algún efecto perjudicial para su organismo. Para usar el cannabis de forma efectiva, se debe consultar a un especialista que pueda establecer, mediante criterios adecuados la respectiva dosificación.