El cannabis es conocido como una de las plantas más antiguas, usada por diversas culturas y civilizaciones desde los años 6.000 a.C, prueba de ello son los restos arqueológicos de vasijas de cerámica decoradas con cordales de cáñamo que han sido encontradas en los últimos años.
Su expansión a nivel global fue inevitable, llegando a cada rincón del mundo y convirtiéndose en lo que es actualmente, una industria con un excelente potencial financiero. Hace algunos años la desinformación llevó a catalogar al cannabis como una droga peligrosa, pero al día de hoy, se empezó a reconocer nuevamente los diversos usos y beneficios que esta planta tiene para la sociedad y el papel fundamental que puede jugar en el desarrollo de la humanidad en diferentes ámbitos.
Actualmente, más de 30 países han legalizado el uso terapéutico de extractos de cannabis. Se estima que en los próximos años al menos una decena más se unirán. Y aunque Uruguay, Israel y Holanda han sido pioneros en este sentido, quizás los cambios legislativos en las dos potencias económicas mundiales como Estados Unido y Canadá sean los responsables del actual boom de la industria del cannabis.
O también se debe en parte por la presión de avanzar científicamente en las pruebas que demuestran la utilidad terapéutica de diferentes derivados. Por ello, podemos afirmar y concluir que el auge de esta industria se debe en gran parte a la conjunción de intereses científicos, sociales, políticos y económicos.
Además, la industria está explorando otras aplicaciones del cannabis mucho más allá del solo uso terapéutico o recreacional, que incluyen la fabricación de textiles, algunos materiales de construcción y cosméticos, así como también productos para la alimentación humana. De hecho, ya existen numerosos artículos de consumo humano en el mercado americano que contienen alguno de los componentes no psicoactivos del cannabis, principalmente cannabidiol, como cremas, aceites, harinas e incluso golosinas y refrescos. Un gran avance en tan corto tiempo y que creará oportunidades y retos para la sociedad.
Oportunidades
Con este gran avance en el mercado, el cannabis abre un sin fin de nuevas oportunidades para todos los empresarios, emprendedores y personas involucradas con el gremio. Con el incremento de negocios, la posibilidad de una expansión a nivel internacional es una realidad que trae beneficios económicos, sociales, educativos e incluso médicos.
Otra gran oportunidad que se desplegara es para la comunidad científica que se encuentra vinculada a la investigación sobre cannabinoides, que actualmente está muy limitada por la escasez de empresas en este sector, y que con inversión se podrán desarrollar investigaciones, además que al crearse un aumento en corporaciones y empresas, se producirán nuevos puestos de trabajo beneficiando a la sociedad.
Retos
De la misma forma que se crean oportunidades, también aparecen los retos. Debido al exponencial crecimiento de la industria, las expectativas que se han creado alrededor de la planta y sus beneficios a nivel terapéutico y social obligarán a los políticos de los diferentes países a crear nuevas reformas y leyes que fomenten la unión de las industrias al sector médico. Además de crear un sistema educativo para instruir a los ciudadanos sobre el uso adecuado de la planta y de esta forma evitar riesgos asociados a su mal uso.
Y si queda duda acerca del desarrollo económico de la industria cannábica, ya existen empresas financieras que sitúan la tasa de crecimiento en un 16% anual para los próximos años. Un porcentaje que invita a las personas a instruirse más sobre el tema y como la industria puede beneficiarlos individual y socialmente.