

La alimentación
es una de las necesidades básicas de los seres humanos y como tal, es de vital
importancia cuidar que se realice de manera correcta, para garantizar la
nutrición y supervivencia. Existe una gran cantidad de personas en el mundo que
desarrollan trastornos alimenticios
debido a problemas de salud mental y también como consecuencia de otras
enfermedades y factores.
El uso del cannabis medicinal para tratar trastornos alimenticios es solo una de las aplicaciones que el cannabis puede brindar a la nutrición
de las personas. Gracias a sus componentes, puede ayudar a regular el apetito de las personas que presentan
trastornos alimenticios como obesidad y anorexia.
Al igual que
otros seres vivos, los humanos tenemos un sistema encocannabinoide,
que regula procesos fisiológicos para
mantener la homeostasis y patológicos, como la percepción del dolor y las
funciones cardiovasculares, gastrointestinales y hepáticas. El cannabis
contiene fitocannabinoides, estas son sustancias químicas que entran en
contacto con los receptores de las células del cuerpo, a través de este
intrincado sistema. Al consumirlos, interactúan involucrándose en las funciones
del mismo y a su vez pueden alterar la percepción del entorno. Los cannabinoides más conocidos del
cannabis son el CBD y el THC, pero esta planta contiene más de 100
cannabinoides menores; cabe destacar que consumir cannabis medicinal depende de
qué padecimiento presenta el usuario, se debe siempre consultar con un
profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento médico y
continuar con su supervisión durante él; nunca es recomendable automedicarse.
Se ha
evidenciado que estas moléculas provenientes de la planta son útiles para
tratar diversos síntomas, patologías y trastornos; uno de ellos es la anorexia.
La anorexia es un trastorno alimenticio que se caracteriza por la
auto-privación de los alimentos y pérdida excesiva de peso, esta puede ser
consecuencia de la pérdida del apetito, causada por otro padecimiento, como el
cáncer o derivar de una percepción distorsionada de la imagen personal. Este
trastorno conlleva a pérdida de líquidos, vitaminas, proteínas, minerales y
nutrientes que son fundamentales para que el cuerpo funcione correctamente, con
la pérdida de estos elementos se puede llegar incluso a la muerte.
En la actualidad
numerosas investigaciones se centran en descubrir la relación que existe entre
el sistema endocannabinoide y ciertas enfermedades. En el caso de la anorexia
derivada de otras complicaciones corporales, el cannabis puede ayudar como tratamiento para estimular el apetito,
ganar peso y evitar las recaídas. Se sabe que el THC puede ayudar a tratar
este padecimiento cuando es ocasionado por cáncer, hepatitis o sida, sin
embargo; también existen estudios que respaldan el uso del cannabis para tratar
la anorexia nerviosa.
La anorexia nerviosa,
es causada por la percepción distorsionada del cuerpo, generalmente como
consecuencia de problemas psicológicos derivados de baja autoestima, exceso de
trabajo o presión social. El CBD se utiliza en pacientes que presentan altos
niveles de estrés y ansiedad, obteniendo buenos resultados para
disminuir estos síntomas, por eso el cannabis puede ayudar a tratar la anorexia
nerviosa.
También, el THC pone en funcionamiento receptores en
el cerebro que afinan el sentido del olfato y del gusto, por lo que influye
en el hambre y la experiencia de la comida. Esto ayuda a que las personas con
anorexia nerviosa disfruten la hora de la comida, lo cual generalmente es un
momento sumamente estresante para ellas.
Otro de los trastornos
asociados a la alimentación donde los derivados del cannabis resultan ser muy
útiles es en el tratamiento de la obesidad.
La obesidad es un problema de salud que afecta a la población mundial,
provocando otras enfermedades como diabetes, varios tipos de cáncer, daños en
músculos y el esqueleto, y enfermedades cardiovasculares, por eso; es
imprescindible combatir este trastorno alimenticio.
Existen varios
factores que provocan el sobrepeso y la obesidad, por ejemplo, el aumento del
sedentarismo, ocasionado por los cambios en las dinámicas de trabajo y
transporte de la población. Sin embargo, uno de los principales es el cambio en
los hábitos alimenticios, ya que ahora las personas tienden a consumir
alimentos con altos niveles de azúcar y grasas saturadas; y es precisamente en
estos casos, donde el cannabis puede
ayudar a combatir este tipo de trastorno. Aunque popularmente se suele
presentar la sensación de un incremento significativo del hambre, lo que en el
argot popular se conoce en algunos lugares como “monchis” como la consecuencia
del consumo de cannabis; este no es un efecto que se presente en todas las ocasiones.
El cannabis puede tener diferentes
efectos, dependiendo de varios factores: como la dosis que se tome y con qué
frecuencia, la reacción personal de cada cuerpo, la forma en la que se consuma,
por ejemplo si se come, se toma un extracto o se inhale, y también depende de
la variedad de cannabis que se utilice.
Entre sus componentes,
el cannabis tiene dos cannabinoides que pueden combatir la obesidad: el CBD y
el THCV. El CBD puede disminuir el apetito ayudando en el control de la
ansiedad y en conjunto con una dieta balanceada y ejercicio; puede promover la
pérdida de peso, los niveles altos de azúcar provocan peligrosas enfermedades,
como la diabetes, por el contrario, niveles bajos de azúcar, provocan el
aumento desmedido en el apetito, que conlleva a la ansiedad y a la búsqueda de
satisfacción inmediata. Por esta razón, las personas terminan eligiendo
alimentos procesados o con alto contenido en azúcar, como el chocolate. En
lugar de tomarse el tiempo de preparar una comida balanceada o preferir frutas
y verduras. Por otra parte, el THCV contenido en el cannabis puede ayudar a
regular los niveles de azúcar en la sangre y prevenir estos problemas, así como
también ayudar en la disminución del apetito contrarrestando la sensación de
hambre que provoca el THC en ocasiones.
También, dependiendo
de la variedad de cannabis que se elija, el efecto
será diferente para el cuerpo. La cepas sativa son conocidas por aumentar los
niveles de energía, mejorar el ánimo de las personas, estimular la creatividad
y motivarlas a realizar actividades; es por ello que esta variedad de cannabis
puede mejorar la experiencia de las personas cuando realizan ejercicio,
promoviendo la actividad física.
En conclusión, el cómo
consumir cannabis medicinal dependerá del trastorno alimenticio que presente la
persona. En el caso de la anorexia, el THC ayudará a estimular el apetito. En
el caso de la obesidad, el CBD podrá suprimir el apetito y las variedades
sativa pueden hacer más placentera la actividad física, incentivando su
realización.
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